Pavlovsk
Pavlovsk, fundado en 1777, fue la última de las residencias imperiales surgidas en los alrededores de San Petersburgo. Menos lujosa, es un ejemplo de refinamiento cromático que al estilo barroco de los demás palacios de campo opone su gracia contenida de sus formas neoclásicas. Pero a pesar de ello, también dentro de su relativa sencillez, la finca de Pavlovsk, bastante extensa (unas 600 hectáreas), es riquísima en recursos paisajísticos y cuenta con importantes objetos de arte en las salas del palacio. Catalina II donó esta propiedad a su hijo Pablo y a la esposa de éste, María, con ocasión del nacimiento de su hijo, el futuro emperador Alejandro I. Pablo y María viajaron por toda Europa y compraron las mejores obras de arte para embellecer su refinado palacio. Llaman la atención las estancias del zar Pablo y de su esposa, con ricos tapices franceses y un servicio de aseo de porcelana, regalo de Luis XVI de Francia. La sala de la Guerra de Pablo, que estaba obsesionado con todo lo militar, contrasta con la Sala de la Paz de María, decorada con las imágenes de instrumentos musicales y flores. El apacible parque de Pavlovsk es el lugar ideal para perderse entre los riachuelos, colinas, estatuas clásicas y templos escondidos.
El viaje en coche o minibús a Pavlovsk dura cerca de una hora. La visita puede ser combinada con la del palacio de Catalina en Pushkin, la distancia entre estas dos residencias es sólo unos 5 km. El palacio de Pablo está abierto de las 10.00 a las 18.00, cerrado los viernes y el primer lunes de cada mes. En verano el palacio está abierto sin días de descanso (los viernes están abiertas sólo las salas de gala). Las fotos en el palacio están permitidas (sin flash).
En Pavlovsk hay restaurantes, cafeterías, tiendas de libros y souvenirs.
Más información: Web de Pavlovsk
Fotos del palacio de Pavlovsk en mi blog
Duración: 5 horas
Días de la semana: sábado-jueves
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